¿Cómo funciona un catalítico y cuáles son sus beneficios?

La calidad del aire es un tema de salud sensible e importante. Esto, porque las emisiones contaminantes que a diario se liberan al medio ambiente de parte de vehículos e industrias provocan efectos nocivos en la salud de las personas.

Sin ir más lejos, la Organización Mundial de la Salud ha declarado que hacia el 2016 más del 90% de la población vive en lugares donde no se respetan las normas sobre calidad del aire, esto porque no existe un incentivo a fuentes menos contaminantes, medios de transporte responsables y más.

Este problema es provocado por las altas emisiones de los vehículos, sin embargo, existen diversos mecanismos que se han encargado de minimizar el problema. Uno de los más conocidos y utilizados es el convertidor catalítico.

¿Cómo funciona un convertidor catalítico?

Todos los vehículos de combustión interna construidos desde 1994 operan con un mecanismo que se instala en los tubos de escape para reducir las emisiones nocivas de los gases contaminantes. Este aparato, conocido como convertidor catalítico, se ubica en el tubo y después del sensor de oxígeno. Para operar, emplea un sistema químico que actúa sobre la base de gases CO, HC y NOX, llamado catalizador. El catalizador retarda la acción química de los gases, evitando así la contaminación.

Este sistema catalítico en su estructura consta de una estructura metálica y cerámica en su interior cubierta de metales nobles como platino, rodio y paladio. Su sofisticada forma de operar se basa en que cuando una molécula entra en contacto con el catalizador, se descompone, liberando partículas no contaminantes. Por otro lado, este sistema, construido como un panal en su interior, emplea los metales para tomar los hidrocarburos y el monóxido de carbono para hacerlos reaccionar y entrar en contacto con el oxígeno.

¿Qué beneficios trae consigo contar con un convertidor catalítico?

Todo el proceso parece sofisticado y sí que lo es. Además, sucede rápidamente dentro de tu vehículo, emplea temperaturas elevadísimas por sobre los 200° y es imposible notar los cambios a simple vista, sin embargo, el medio ambiente lo agradece mucho. En muchos países, el uso de un sistema catalítico es obligatorio en automóviles construidos desde 1994.

Para los vehículos, contar con un convertidor catalítico reduce sus emisiones, le otorga un sello verde y simplifica sus controles de gases, pero también permite revisiones técnicas más severas y exhaustivas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el uso de un convertidor también conlleva responsabilidades, que según estudios puede elevar los números de revisiones rechazadas por un mal funcionamiento del convertidor. Su vida útil es de siete años, por lo que hay que reemplazarlo bajo la normativa correcta. La forma adecuada de determinarlo es verificando, en un taller mecánico, la temperatura en la zona de entrada y salida.

Contar con un vehículo que posee un convertidor catalítico es mantener un compromiso con el medio ambiente y también con el cuidado del automóvil. Según las estadísticas, el uso de un convertidor catalítico reduce hasta un 70% las emisiones dañinas que puede expulsar el auto.