El tubo de escape es uno de los elementos principales para un correcto funcionamiento del vehículo. Cualquier problema en él obstaculizara la expulsión de los desechos generados en la combustión, perdiendo potencia y aumentando el gasto en combustible, provocando costosas reparaciones.
Por esto, a continuación conoce los consejos primordiales para cuidar el sistema de gases y evitar problemas graves.
Limpiar el carboncillo del interior
Cada vez que se usa un vehículo, partículas de humo quedan pegadas a las paredes internas del tubo de escape. Lo ideal es limpiar estos restos con algún cepillo especial y sin ocupar líquidos, ya que podrían generar mayor daño al sistema.
Finalmente, se debe prender el motor y dejarlo funcionar por algunos minutos, para que los restos salgan junto a los gases.
Pulir el aluminio del exterior
El sistema de escape debe estar lo más limpio posible, ya que permitirá mantener las temperaturas y el funcionamiento perfecto estado. Por esto, se recomienda pulir el exterior del tubo cada un año, eliminando resinas pegadas al aluminio.
Se puede utilizar cualquier pulidor de metales, aunque de manera metódica y sin aplicar fuerzas, porque cualquier daño podría afectar el rendimiento del motor.
Eliminar restos de arena o sal
Si se viaja por zonas costeras, el metal del tubo escape atraerá restos de sal y arena que quedarán pegados, provocando corrosión por la humedad y las altas temperaturas.
Para evitar esto, se puede limpiar el tubo con un paño húmedo o agua a presión de manera directa, cuidando que las piezas se sequen antes de utilizar el vehículo nuevamente.
Evitar el paso por charcos de agua profundos
Los principales enemigos del tubo escape son el agua y la humedad, debido a que pueden dañar el convertidor catalítico además de unirse al carboncillo, creando una pasta que tape el conducto.
Es primordial evitar conducir por sectores anegados o charcos profundos donde el agua pueda ingresar al sistema, ya que ahogará la salida de gases además de provocar los inconvenientes ya mencionados.
Cuidar el estado de la inyección del vehículo
Si no se genera una combustión óptima, el tubo de escape será el principal afectado, ya que la gasolina llegará en estado líquido, generando roturas en el convertidor catalítico y mayor corrosión.
Se debe hacer una mantención anual de las bobinas, bujías e inyectores para que el motor tenga una combustión ideal, entregando mayor rendimiento y potencia, además de cuidar el sistema de gases.
Revisar el sistema de sujeción
Al pasar por baches, badenes o pavimento en mal estado, el piso del vehículo puede topar con el suelo, soltando tuercas o provocando grietas y roturas en las anclas que soportan el peso del sistema de escape.
La sujeción del tubo debe ser revisada cada seis meses, buscando cualquier elemento que pueda generar un accidente si es que parte del tubo se rompe o cae a las vías.
Realizar viajes para depurar
Si se realizan viajes largos y con velocidad constante, se permitirá que el sistema de expulsión se vaya limpiando automáticamente, ya que la combustión generada hará que los propios gases eliminen restos de agua, combustible o carboncillo en el recorrido. De esta manera, se le dará una mayor vida útil al vehículo.
gracias por la información
quisiera saber cómo limpiar la línea de escape por residuos de aceite debido al mal estado del turbo,ya se cambio